domingo, 2 de noviembre de 2014

TEMA 2, NEGOCIACION. TOVAR ISMAEL C.I. V-13.722.108

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
UNES





“EL NEGOCIADOR”




                                                                                                        DISCENTES:
                                                                                                  TOVAR ISMAEL C.I. V-13.722.108
                                                                                                    AMBIENTE 6 LICENCIATURA




MARACAY, 02 DE NOVIEMBRE 2014


EL NEGOCIADOR
La negociación es el proceso de buscar la aceptación de ideas, propósitos o intereses, buscando el mejor resultado posible, de tal modo que las partes envueltas terminen la negociación consciente de que fueran atendidas, de que tuvieron oportunidades de presentar toda su argumentación y que el producto final sea mayor que la suma de las contribuciones individuales. El carácter complejo de la negociación es una consecuencia necesaria de la interrelación de los diversos elementos que componen su estructura. En un proceso de negociación tenemos a distintos actores o partes que buscan una solución que satisfaga sus intereses en juego. Negociar es un acto integral de comportamiento y en él, el negociador debería saber cuáles son sus habilidades, sus debilidades y fortalezas, con el fin de poder apoyar o ser apoyado en un equipo de trabajo.
TIPOS DE NEGOCIADORES
·                    Competitivo: recurre al poder, es dominante, impositivo y violento
·                    Manipulador: el chantajista para lograr sus propósitos. Es ventajoso
·                    Acomodativo: su conducta es moldeable, sumiso. Evasivo: huye de la negociación
·                    Fatalista: siempre busca la negociación por medios negativos u ocultos
·                    Transigente: busca soluciones intermedia
·                    Colaborador: busca soluciones justas y favorables.
Es difícil clasificar los distintos tipos de negociadores, ya que cada persona tiene su manera particular de hacerlo, no obstante se pueden destacar dos estilos muy definidos.
1. Negociador enfocado en los resultados
A este tipo de personas lo único que realmente les importa es alcanzar su objetivo a toda costa, intimida, presiona, no le importa generar un clima de tensión. Tiene una elevada auto confianza, se cree en posesión de la verdad. Considera a la otra parte como un contrincante al que hay que vencer con objeto de conseguir el máximo beneficio posible. Las relaciones personales no es un tema que le preocupen, ni tampoco los intereses del oponente. Si negocia desde una posición de poder se aprovechará de la misma, imponiendo su planteamiento. Utilizará cualquier estratagema para presionar y lograr sus metas.
2. Negociador enfocado a los intereses de las personas
Se reconoce en este tipo de negociadores una preocupación por mantener una buena relación personal. Evita a toda costa el enfrentamiento; prefiere ceder antes que molestar a la otra parte. Es un negociador que busca la colaboración, facilitando toda la información que le soliciten, planteando claramente sus condiciones. Le gusta jugar limpio, por lo que no utiliza ninguna táctica de presión. Confía en la palabra del otro, cede generosamente y no manipula.
En la vida real los negociadores se situarán en algún punto intermedio entre estos dos extremos. Ninguno de estos dos extremos resulta adecuado: el primero porque puede generar un clima de tensión que termine la negociación antes de tiempo y el segundo por una excesiva bondad de la que se puede aprovechar el oponente.
CARACTERISTICAS DEL NEGOCIADOR
Dominar técnicamente el problema
Es necesario que la(s) persona(s) que se sienten en una mesa de negociación dominen perfectamente el tema del que se está tratando. Si llegamos a un acuerdo sin dominar el tema específico del que trata la negociación, planteémonos al menos la duda de si la otra parte ha hecho de nosotros lo que ha querido. El conocimiento técnico nos abre la puerta a la correcta interpretación de las intenciones de la otra parte, del alcance de un determinado acuerdo, de la valoración de alternativas, etc.
Analizar la situación
Un buen negociador debe tener la suficiente capacidad para analizar la situación que se está viviendo en la mesa de negociación y las modificaciones que se pueden producir a lo largo de una negociación. Esto nos permite adaptar la estrategia a la situación, así como ir modificándola según las variaciones que vayan produciéndose en el proceso negociador.
Tener habilidades comunicativas
La negociación es, esencialmente, un proceso en el que hay que poner en juego la comunicación como elemento fundamental. Por ello, un buen negociador no debe olvidar, ni dejar de lado, las habilidades comunicativas que pueden ser tanto verbales como no verbales. Las habilidades comunicativas las podemos resumir en argumentar, preguntar y escuchar. Estas dos últimas juegan un papel clave en el mundo de las negociaciones, ya que todos sabemos que información es poder. Hay numerosos autores que indican que el primero que obtiene datos clave de la otra parte, será quien lleva ventaja durante el resto de la negociación.
Saber interpretar las reacciones de la contraparte
Un proceso negociador no es algo estático y que se mantiene igual durante toda su duración. Por el contrario, se trata de un proceso que sufre muchas variaciones en la dinámica de su desarrollo, de manera que las posiciones de cada una de las partes evoluciona durante el proceso negociador.
Tener flexibilidad ante cambios
Estos cambios vienen determinados en la mayoría de las ocasiones por las diferentes alternativas y concesiones que a lo largo de la negociación hacen las partes negociadoras. Estas alternativas y concesiones van a producir una reacción en la otra parte, ya que son elementos nuevos que aparecen sobre la mesa y que pueden modificar todo el proceso, por ello hay que estar atento a las reacciones que producen estas alternativas y concesiones en la otra parte para poder establecer la estrategia a seguir.
Tener tolerancia a la presión
Toda negociación conlleva en sí mismo un mayor o menor grado de presión y toda persona que se enfrente a este tipo de procesos debe tener la suficiente capacidad para mantener sus emociones y saber valorar las situaciones sin cometer errores de precipitación como consecuencia de esta presión. Saber valorar la importancia del acuerdo para la otra parte te permite hacerte una idea de hasta dónde se puede “tensar la cuerda”. A mayor importancia del acuerdo para la otra parte, mayor será la presión que se puede ejercer durante la negociación.
POSTURAS ESTRATEGICAS DEL NEGOCIADOR 
La estrategia de la negociación define la manera en que cada parte trata de conducir la misma con el fin de alcanzar sus objetivos. Se pueden definir dos estrategias típicas:
Estrategia de "ganar-ganar", en la que se busca que ambas partes ganen, compartiendo el beneficio.
Estrategia de "ganar-perder" en la que cada parte trata de alcanzar el máximo beneficio a costa del oponente.
En la estrategia de "ganar-ganar" se intenta llegar a un acuerdo que sea mutuamente beneficioso. En este tipo de negociación se defienden los intereses propios pero también se tienen en cuenta los del oponente.
Por su parte la estrategia de "ganar-perder" se caracteriza porque cada uno busca alcanzar el máximo beneficio sin preocuparle la situación en la que queda el otro.
ACTITUD Y COMPORTAMIENTO DURANTE LA NEGOCIACION
Todo el que tiene experiencia negociando termina sacando una serie de lecciones de que se debe y que no se debe hacer en una conversación.  Estas son algunas de las pistas con las que podemos  llegar a una mejor comprensión de la filosofía de la negociación.

·  Elección adecuada del momento y lugar más propicios para la consecución de objetivos.
·  Prestar atención a lo que se nos dice, sin interrumpir innecesariamente.
·  Ser capaces de generar empatía.
·  Evitar temas innecesarios.
·  No salirse del contexto de la conversación.
·  Ser conciso y claro, evitar la ambigüedad
·  Tratar de ser agradable y cordial.
·  Tono de voz adecuado, nunca levantar la voz.
·  Generar el mismo nivel de conversación que la persona o grupo de personas con las que estemos hablando.
·  Evitar hacer críticas.
·  Darle valor a nuestras palabras, transformándonos en alguien fresco y gratificante.
COMPORTAMIENTO DE INTERACCION DINAMICA
A partir de los ejes de personalidad, podemos conocer los modelos de comportamiento de interacción dinámica (C.I.D.) que se presentan en las negociaciones.
Si ahora realizamos un cuadrante de dos ejes, uno con característica social (Dominante / Sumiso) y otro con característica de comportamiento (Hostil / Afectuoso) podremos definir cuatro tipos de personalidades:
N1 - Dominante – Hostil: Es una personalidad directa y agresiva. A él, los sentimientos de los demás no le importan. Es enérgico, franco, decisivo, determinado, atrevido. No teme a las confrontaciones. Tiene un fuerte ego. Actúa impulsivamente y autoritariamente. Es impaciente y demandante. Busca el éxito en las negociaciones y si es necesario utiliza tácticas negociadoras que manipulen a la otra parte.
N2 - Sumiso – Hostil: La personalidad en este cuadrante agrupa las dos características negativas. Le gusta estar en paz, rehúye de los conflictos. Es muy inseguro,  no tiene prisa y le gusta trabajar en lugares donde encuentren estabilidad. No se mete con nadie. Le gusta ser flexible, le da igual que el acuerdo se alcance de una u otra forma, lo que quiere es llegar a un acuerdo. Como negociador: Acepta lo que el oponente quiere, no realiza ningún esfuerzo para cambiar la opinión del otro.
N3 - Sumiso – Afectuoso: Alguien sumiso y afectuoso, le gusta hablar e interactuar, necesita la aceptación de los demás. Evita toda confrontación, buscando cualquier excusa para ello. Es entusiasta, confiado, sociable impulsivo y efusivo. Tiene muy buen sentido del humor. Tiende a ser desorganizado. Es leal y busca crear relación a largo plazo.
N4 - Dominante – Afectuoso: Al contrario de N2, este cuadrante agrupa las dos características positivas. Resulta consecuentemente la personalidad ideal. Conoce perfectamente su capacidad y limitaciones. Sabe escuchar sin interrumpir. Es muy seguro de sí mismo. Es diplomático, paciente, sistemático analítico y metódico. Se basa en hechos y números. Se centra en lo importante del tema a tratar, exige exactitud de cumplimiento de los temas tratados. Busca suficiente información antes de tomar decisiones. Su comportamiento transmite seguridad a la otra parte. Les gusta tratar negociaciones difíciles. Se centran en lo importante y van directos al grano


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