REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA
RELACIONES INTERIORES, JUSTICA Y PAZ
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA
EDUCACION UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA
SEGURIDAD
CENTRO DE FORMACION ARAGUA CARABOBO
PROGRAMA DE T.S.U. Y LICENCIATURA EN
SERVICIO DE POLICIA
TALLER II
AUTORES:
-ALVARADO JUAN
C.I. 10.759.583
-AVILA VICTOR
C.I.13.720.388
-BENITEZ GERMAN
C.I. 11687.240
-BLANCO DAVID
C.I. 8.737.991
BOLIVAR JOSE
C.I. 9.661.725
-ORTEGA EDWARD
C.I. 14.103.335
-VICTORIA SALAZAR
C.I.19.173.615
-ZULY TOLEDO
C.I. 16.732.922
Maracay,
Octubre 2014
ENSAYO.
Se puede definir a un Negociador
como la persona que interviene en el
proceso por el cual las partes interesadas resuelven conflictos, acuerdan
líneas de conducta, buscan ventajas individuales o colectivas; este procura obtener resultados que sirvan a sus
intereses mutuos. Se contempla generalmente como una persona que logra la
resolución alternativa de conflictos o situaciones.
Esta persona debe poseer una serie de características que le permitirán
lograr el objetivo trazado es por ello que el negociador debe gustarle su
trabajo, no le teme a las negociaciones complicadas por el contrario le motivan
aún más, debe ser entusiasta aplicando todo su entusiasmo y energía en tratar
de alcanzar un buen acuerdo, comunicador con el fin de presentar con claridad
su oferta para conseguir captar el interés de la otra parte.
De la misma manera, que debe saber persuadir utiliza con cada
interlocutor aquellos argumentos que sean más apropiados, los que más le puedan
interesar, observador para capta el estado de ánimo de la otra parte, y saber cuáles
son realmente sus necesidades; además de ser sociable, respetuoso, honesto
profesional, meticuloso, El buen negociador se siente seguro de su posición, no
se deja impresionar por la otra parte, no se siente intimidado por el estilo
agresivo del oponente. Sabe mantener la calma en situaciones de tensión.
Busca resultados en el corto plazo, sabe que cada negociación lleva su
propio tiempo y que hay que respetarlo. Sabe cuáles son sus objetivos y se
dirige hacia ellos. Los obstáculos están para superarlos, no desiste sin
plantear batalla, capta inmediatamente los puntos de acuerdo y de desacuerdo,
es ágil y encuentra la manera de superar los obstáculos, con soluciones
novedosas, detecta nuevas áreas de colaboración, por último, es importante
resaltar que si bien hay personas con facilidad innata para la negociación,
estas aptitudes también se pueden aprender asistiendo a cursos de formación y
base de práctica.
De lo anteriormente expuesto, encontramos varios tipos de negociadores
tales como; El dominante, totalmente enfocado a los resultados y no tanto hacia
las personas; El analítico, está orientado a los resultados, pero también a las
personas, por lo que analiza muy bien sus pasos para no hacer nada malo en
ninguno de los dos planos; El cuadrante “Pasivo”, ni las personas ni los
resultados le interesan, sólo se interesa por sí mismo, trabajar lo menos
posible y que nadie le moleste.
De igual forma; El Protagonista, a diferencia del hostil, tiene
habilidades sociales como la simpatía. Refleja la personalidad egocéntrica que
busca llamar la atención. El emotivo, se trata de una persona social a quien le
importa mucho lo que los demás opinan sobre él. En constante búsqueda de la
aceptación de los demás, se caracteriza por ser sumiso y afectuoso. El estético,
centra su atención en cómo se ven (visual) y como se siente (kinestésico) las
cosas.
Igualmente; El Intuitivo, Presupone o experimenta luna “buena sensación” ante
una determinada propuesta, es impulsivo. El fuerte, toma decisiones de manera
rápida y con firmeza a riesgo de que tales decisiones no sean los correctos. El
indeciso, necesita más tiempo para tomar una decisión. Prefiere el consenso, es
muy conversador, se interesa por agotar todas las posibilidades para la toma de
decisiones finales. El débil, no es un buen negociador, es renuente a la toma
de decisiones.
Es por ello, que las estrategias de la negociación definen la manera en
que cada parte trata de conducir la misma con el fin de alcanzar sus objetivos.
Se pueden definir dos estrategias típicas, como lo son la estrategia de “ganar
ganar”, en la que se busca que ambas partes ganen, compartiendo el beneficio y
la estrategia de “ganar perder” en la que cada parte trata de alcanzar el
máximo beneficio a costa del oponente.
En la estrategia de “ganar ganar” se intenta llegar a un acuerdo que sea
mutuamente beneficioso, en este tipo de negociación se defienden los intereses
propios pero también se tienen en cuenta los del oponente, no se percibe a la
otra parte como un contrincante sino como un colaborador con el que hay que
trabajar estrechamente con el fin de encontrar una solución satisfactoria para
todos, este tipo de negociación genera un clima de confianza.
Ambas partes asumen que tienen que
realizar concesiones, que no se pueden atrincherar en sus posiciones, probablemente
ninguna de las partes obtenga un resultado óptimo pero sí un acuerdo
suficientemente bueno, ambas partes se sentirán satisfechas con el resultado
obtenido lo que garantiza que cada una trate de cumplir su parte del acuerdo.
Este clima de entendimiento hace posible que en el transcurso de la negociación
se pueda ampliar el área de colaboración con la finalidad de que al final se
obtengan mejores resultados.
Además, este tipo de negociación permite estrechar relaciones personales,
las partes querrán mantener viva esta relación profesional lo que les lleva a
maximizar en el largo plazo el beneficio de su colaboración. Por su parte la
estrategia de "ganar-perder" se caracteriza porque cada uno busca
Alcanzar el máximo beneficio sin preocuparle la situación en la que queda el
otro. Mientras que en la estrategia de "ganar-ganar" prima un
ambiente de colaboración, en esta estrategia el ambiente es de confrontación.
No se ve a la otra parte como a un colaborador, sino como a un contrincante
al que hay que derrotar, las partes desconfían mutuamente y utilizan distintas
técnicas de presión con el fin de favorecer su posición, un riesgo de seguir
esta estrategia es que aunque se puede salir victorioso a base de presionar al
oponente, éste, convencido de lo injusto del resultado, puede resistirse a
cumplir su parte del acuerdo y haya que terminar en los tribunales.
Se Los negociadores no deben revelar sus verdaderos sentimientos, no sea
que sus oponentes saquen ventaja de ello. Un acuerdo marginalmente aceptable es
mejor que ningún acuerdo en absoluto. Si un oponente me da la oportunidad de
sacar ventaja discretamente, ése es el problema. Renegociaré acuerdos rentables
si el otro negociador me dice que está tropezando con dificultades.
Generalmente es beneficioso ser franco respecto a las verdaderas
circunstancias de uno. Me preocupa el rechazo durante la negociación. Si los
oponentes son demasiado blandos y no pueden cuidar de sí mismos, ése es su
problema. Una buena causa es más digna de respeto que el poder. Se debe velar por los intereses propios y dejo que los oponentes miren por los suyos Si
los oponentes ceden ante la presión, se
debe presionar más.
En cuanto a la Teoría Del
“Comportamiento De Interacción Dinámico” (C.I.D). Cada persona negocia de
una manera, pero existen ciertos estereotipos, esta teoría sobre la conducta
define dos tipos, en función de lo prioritario que sea para ellos el resultado
(“El fin justifica los medios”) o las personas (“no hay nada más importante que
los sentimientos humanos”).
Si sólo piensa en los resultados, estaremos ante una persona que sólo
quiere alcanzar sus propios objetivos a toda costa y sacar el máximo beneficio
posible. Esto le hace tener una actitud agresiva, y no le importa generar
tensión. Su excesiva autoconfianza le hace creer estar siempre en posesión de
la verdad. No le preocupa lo que vayan a pensar de él, las relaciones
personales no le interesan. Si tiene el más mínimo poder o autoridad, te
aplastará, llevando una negociación del tipo “ganar-perder”
Si sólo le preocupan las personas, evitará a toda costa el enfrentamiento
porque busca una relación a largo plazo. Prefiere ceder para no crear
conflictos, busca colaborar y da lo que se le pide. Confía en la palabra del
otro y nunca intenta manipular. Los resultados de la negociación son
secundarios si van en contra de su oponente. Evidentemente, todo el mundo se
encuadra en un punto intermedio. Ambos extremos no son para nada el tipo
adecuado, uno por ser excesivamente duro, y el otro porque se pueden aprovechar
fácilmente de él.
Para concluir se puede indicar que
la estrategia de "ganar-ganar" es fundamental en aquellos
casos en los que se desea mantener una relación duradera, contribuyendo a
fortalecer los lazos comerciales y Un riesgo de seguir esta estrategia es que
aunque se puede salir victorioso a base de presionar al oponente, éste,
convencido de lo injusto del resultado, puede resistirse a cumplir su parte del acuerdo y haya que
terminar en los tribunales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario